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Wednesday, March 29, 2017

Third Sunday in Lent Meditation






St Photini

Byzantine icons are portals to the divine presence. The depictions are heavenly—the gold backgrounds speak of divine truth. The serene, symmetrical faces invite us into the order of Heaven. Here is a peace that surpasses all understanding. We slow down before the icon and encounter the divine presence.

Listen to this audio meditation for the season of Lent and check out other videos at "Arts and Faith" a site of Loyola Press

Loyola Press

Wednesday, March 22, 2017

Second Sunday In Lent Meditation



Faith and Arts Site

In the Transfiguration, Raphael tells a story of revelation, faith, and healing. He shows how the moment of Revelation on Mount Tabor sheds light on the scene below, the healing of a boy with a demon. It’s the story in the Gospel immediately following the Transfiguration of Jesus. Heaven sheds its light below as Christ, embraced by the bright cloud and flanked by Moses and Elijah, is the apex of the scene. Below we see the apostles and even further down we see others gathered to view a possessed boy and his family. From top to bottom, the colors shift from a cool, heavenly glow to warmer, earthly tones.

Check out the video at the Faith and art site or below:


Tuesday, March 14, 2017

Recuerdos de Karl Barth : Dr. Juan Stam de Costa Rica



Algunos recuerdos de Karl Barth:
Dr. Juan Stam


El blog de Juan Stam se peurde acceder en el enlace debajo del articulo.  Juan Stam es profesor y teologo en Costa Rica, escribe sobra themas teologia y biblico in su sitio "Blog de Juan Stam"

Blog de Juan Stam

Cuando me presenté a Barth en 1961, y le dije que era de Costa Rica, Centroamérica, me dijo, "Ah revoluciones, verdad? Le expliqué que en Costa Rica hemos tenido un gobierno estable, a lo que respondió, "Ah volcanes y terremotos entonces, verdad?"

Le interesaban todos los países y estaba muy bien informado.  Era muy enemigo del regimen de Francisco Franco.   Mis recuerdos son mayormente del coloquio inglés de Barth donde dialogada con los estudiantes extranjeras (unos cien; tenia coloquios también en alma y francés).  Una vez un alumno comenzó su pregunta con, "Usted, como el teólogo mas grand del siglo XX, que pinta de..." Barth le respondió, "No hay teólogos grandes.  Al pie de la cruz, todos somos párvulos" (en parte estaba citando a un autor de otro tiempo).

Barth tenía un maravilloso sentido de humor. En un coloquio donde conversábamos sobre la creación, un profesor norteamericano (según recuerdo) hizo una pregunta algo larga sobre los dinosaurios. Barth respondió que no tenían nada que ver con el tema bíblico y la teología de la creación. El norteamericano cuestionó la respuesta de Barth, como manera errada de relacionar ciencia y fe, y más adelante en el conversatorio, volvió a insistir en el tema de los dinosaurios. Evidentemente molesto, Barth exclamó, "¿Qué están haciendo todos estos dinosaurios en nuestra aula de teología? Me los saquen ya; llévenlos al zoológico donde deben estar".

Me tocó dirigir el coloquio y escogió un pasaje de la Dogmática que juntaban dos problemas gruesos, la predestinación y el juicio final. Hice un esfuerzo tremendo y Barth elogió el trabajo, aun dijo que no tenía respuestas para todos mis argumentos, pero me dijo que tenía una pregunta para comenzar. Me había basado fuertemente en San Juan 5:28-29, que los muertos saldrán de sus sepulcros a resurrección de vida o de condenación, pero no me había fijado bien en todo el texto, que dice "los que hicieron lo bueno" y "lo que hicieron lo malo". Barth me preguntó con simpática malicia, "Dígame, señor Stam, ¿Usted ha hecho lo bueno?"

¡Me agarró fuera de base! Si digo que no, cae mi argumento o pierdo la salvación; si digo que sí, soy un fariseo soberbio y la salvación sería por obras. "Yo no", le contesté, "pero Cristo por mí". "Y sólo por usted", "No, por todos los que han puesto su fe en él". "Entonces", replicó él, "¿no sería salvación por las obras?" Al final de la sesión, se acercó un alumno y le dijo "Ay, profesor, qué complicado esto, me duele la cabeza". Estuve sentado al lado de Barth, ví que señaló al estudiante con su dedo y le dijo, "Usted ha quitado sus ojos de Cristo. Cuando fijamos la mirada él, toda la teología es gozo porque es reflexión sobre la gracia de Dios". ¡Seguramente ese colega se lamentó de haber hecho ese comentario!

Una mañana estuve en la casa de Barth, y ese día Cullmann, desde el Concilio Vaticano en Roma, en vez de analizar el proceso conciliar envió a la prensa un fuerte ataque contra Bultmann. Le pregunté a Barth cómo le parecía ese artículo y respondió: "Yo también discrepo con Bultmann y he escrito contra su teología, pero Cullmann siempre tiene a Bultmann frente a sus ojos. Yo prefiero ver a Bultmann por un espejo retrovisor, y fijar mi mirada en Cristo".

Barth tenía una humildad muy propia de su condición. Cuando él disputaba con Agustín, Aquino, Lutero o Calvino, uno sentía que estaba presenciando un diálogo entre iguales. Pero a la vez no tenía pena en decir que no sabía algo o de pedir información. Más de una vez, preguntaba a los estudiantes alemanes, "¿Qué dice von Rad de eso?", etc. Recuerdo otra ocasión cuando estábamos enfrascados en un pasaje complicado, y Barth preguntó, "¿Cómo tradujo Bromiley eso al inglés?" Es mucha humildad que un autor famoso tome en cuenta su traductor como criterio de interpretación de su propio escrito.

Recuerdo con gratitud otra bella experiencia con Barth. En febrero de 1964 me tocaban los exámenes orales del doctorado con Reicke, Barth y Cullmann. A una serie de estudiantes estadounidenses les había ido mal y había mucho pánico. Unos días antes de la fecha de mis exámenes Barth me dijo, "Herr Stam, yo no voy a hacerte una cantidad de preguntas. para encontrar lo que tu no sabes; te voy a poner un tema y dejarte hablar, para que puedas mostrar lo que sí sabes". Eso me dio mucha tranquilidad y confianza y me fue super-bien la experiencia.

Cuando regresé a nuestro Seminario en Costa Rica y me pidieron una charla sobre Barth, resumí mi impresión de su persona con tres palabras latinas: humanitas, humilitas, e hilaritas. Eso fue Karl Barth.

La personalidad de Barth era tan rica y creativa, se ha convertido en leyenda y sujeto de innumerables anécdotas apócrifos. Las historias, incluso éstas, crecen a ir contándose. Pero lo que cuento ahora son recuerdos que creo que son fieles. Sobre todo, son fieles a la personalidad del maestro.

(ver comentarios sobre Cullmann para más en cuanto a Barth)



[Barth: el ser humano en es único animal que se ríe, y que fuma]





Memories of Karl Barth from Dr. Juan Stam


Below are two Karl Barth exerts, the first is a very moving reminiscence from theological Dr. Juan Stam of Costa Rica published on his blog.  Dr Stam was a student of Karl Barth and shares some insightful anecdotes from his time studying under him.  It shows student-teacher interactions and how he worked out his theology.  Dr Stam writes in Spanish, so I reproduce this in the English with the help of Google translator.  I think it is a beautiful piece.  I had a chance to meet Dr. Stam several years ago and spend an evening with him and his wife.  I found a committed intellect with a heart for the gospel, for his fellow human beings and for his world.  The second is a video clip from YouTube in which Karl Barth speaks about the revelation of God in Jesus Christ.  In this short video clip there is a reference to Hitler and it should be understood in the context of Nazism and the German Church. Many German Christians believed Hitler to be a messiah or savior of sorts.  They believed that Hitler represented a historic moment of God's work in Germany through the Arian race.  Their is always a danger in claiming a savior in fallible men and political parties.  Recently in our local paper, someone wrote to the editor speaking of the country's only hope being "God, Jesus Christ and Donald Trump".  Imagine, placing a president amongst the godhead of the Trinity.  So easy it is for us to proclaim fallible men as 'saviors'.  This clip demonstrates Barth's emphasis on the ultimate revelation being in Jesus Christ, and the doctrinal basis by which he and the confessing church rejected Hitler and Nazism's.  see link on this blog: German Christians "The Cross and the Swastika


Some memories of Karl Barth
By Dr. Juan Stam

When I introduced myself to Barth in 1961, and I told him I was from Costa Rica, Central America, he said, "Ah, revolutions, right? "I explained that in Costa Rica we had a stable government, to which he replied, "Ah, volcanoes and earthquakes then, right?" He was interested in all countries and was very knowledgeable. He was the very enemy of the regime of Francisco Franco.

My memories are mostly of Barth's English colloquy where he engaged with foreign students (about a hundred or so, he also had colloquiums in Germany and France). Once a student started his question with, "You, are the greatest theologian of the twentieth century, what do you think of …" Barth replied, "There are no big theologians. At the foot of the cross, we are all infants" (in part he was quoting an author from another time).

Barth had a wonderful sense of humor.  In a colloquium where we were talking about creation, an American teacher (as I recall) asked a rather long question about the dinosaurs. Barth replied that they had nothing to do with the biblical theme and the theology of creation. The American questioned Barth's response as a wrong way of relating science and faith, and later in the conversation, returned to the subject of dinosaurs. Obviously upset, Barth exclaimed, "What are all these dinosaurs in our theology classroom? Get them out already; Take them to the zoo where they should be!"

It was my turn to lead the colloquium and chose a passage from Dogmatics that combined two difficult problems, predestination and the final judgment. I made a tremendous effort and Barth praised the work, even saying that he did not have answers for all my arguments, but he told me he did have one question.

I had based my arguments strongly in John 5: 28-29, that says that the dead will come out of their graves to a resurrection of life or condemnation, but I had not noticed the whole text, which says "those who did the good" and "those that did the evil." Barth asked me with sympathetic malice, "Tell me, Mr. Stam, have you done the good?" He grabbed me off base! If I say no, my argument falls or I lose my salvation; If I say yes, I am a Pharisee superb and salvation would be by works. "I do not," I replied, "but Christ for me." "and only for you?," "Not, for all those who have put their faith in him?" Then," he replied, "would not it be salvation by works?"

At the end of the session, a student approached and said, "Oh, Professor, how complicated this is, my head hurts." I was seated next to Barth, I saw that he pointed to the student with his finger and said, "You have taken your eyes off Christ. When we look at it, all theology is joy because it is reflection on the grace of God." Surely that colleague lamented that he had made that comment!

One morning I was in Barth's house, and that day Cullmann, from the Vatican Council in Rome, instead of commenting on the conciliar process, attacked Bultmann in the press. I asked Barth what he thought of the article?"  "I also disagree with Bultmann and have written against his theology" said Barth, "but Cullmann always has Bultmann in front of his eyes. I prefer to see Bultmann through a rearview mirror, and fix my eyes on Christ."

Barth was very humble. When he quarreled with Augustine, Aquinas, Luther, or Calvin, one felt he was witnessing a dialogue between equals. But at the same time he was not beyond admitting he didn't have the answer or lacked information.  More than once, he asked the German students, "What does Von Rad say about that?" etc.  I remember another occasion when we were engaged in a complicated passage, and Barth asked of a student, "How did Bromiley translate that into English?" It is very humbling that a famous author takes into account his translator as criterion of interpretation of his own writing.

I remember with gratitude another beautiful experience with Barth. In February 1964 I had my doctoral oral exams with Reicke, Barth and Cullmann. It had gone badly for a number of American students and there was a lot of panic. A few days before the date of my exams Barth told me, "Herr Stam, I'm not going to make you answer a multitude of questions. To find what you do not know; I'll put a subject and let you talk about it, so that you can show us what you know. That gave me a lot of peace and confidence and the experience went very well for me.

When I returned to our seminar in Costa Rica and asked for a talk on Barth, I summarized my impression of his person with three Latin words: humanitas, humilitas, and hilaritas. That was Karl Barth.

Barth's personality was so rich and creative, he has become a legend and subject of countless anecdotes apocryphal stories, even these, grow to be counted. But what I am telling you now are memories that I believe which are faithful. Above all, they are faithful to the personality of the teacher.


[Barth: the human being is the only animal that laughs, and smokes]

Dr. Juan Stam's Blog


We are so grateful to have had such faithful witnesses in the past, may our generation also arise to the occasion if we are called to again affirm the Kingdom of God over against the kingdom of this world. 

Monday, March 13, 2017

First Sunday in Lent Meditation from Arts and Faith


From Loyola Press, Arts and Faith presents a video series for Lent.  This is an excellent supplement for daily meditation during the season of Lent.  Check out the entire series below.  



This Sunday’s first reading from Genesis invites us back to the beginning—to the creation of man and woman, and their original fall, succumbing to the temptation of the serpent. Ivan Kramskoi’s Christ in the Desert returns Jesus to this same beginning to face his own temptations before heading out to engage in public ministry. 

Arts and Fatih Loyola Press Site

Universal Declaration of Human Rights 1948

Preamble

Whereas recognition of the inherent dignity and of the equal and inalienable rights of all members of the human family is the foundation of freedom, justice and peace in the world,
Whereas disregard and contempt for human rights have resulted in barbarous acts which have outraged the conscience of mankind, and the advent of a world in which human beings shall enjoy freedom of speech and belief and freedom from fear and want has been proclaimed as the highest aspiration of the common people,
Whereas it is essential, if man is not to be compelled to have recourse, as a last resort, to rebellion against tyranny and oppression, that human rights should be protected by the rule of law,
Whereas it is essential to promote the development of friendly relations between nations,
Whereas the peoples of the United Nations have in the Charter reaffirmed their faith in fundamental human rights, in the dignity and worth of the human person and in the equal rights of men and women and have determined to promote social progress and better standards of life in larger freedom,
Whereas Member States have pledged themselves to achieve, in co-operation with the United Nations, the promotion of universal respect for and observance of human rights and fundamental freedoms,
Whereas a common understanding of these rights and freedoms is of the greatest importance for the full realization of this pledge,
Now, Therefore THE GENERAL ASSEMBLY proclaims THIS UNIVERSAL DECLARATION OF HUMAN RIGHTS as a common standard of achievement for all peoples and all nations, to the end that every individual and every organ of society, keeping this Declaration constantly in mind, shall strive by teaching and education to promote respect for these rights and freedoms and by progressive measures, national and international, to secure their universal and effective recognition and observance, both among the peoples of Member States themselves and among the peoples of territories under their jurisdiction. 

Article 1.
 

All human beings are born free and equal in dignity and rights. They are endowed with reason and conscience and should act towards one another in a spirit of brotherhood.

Article 2.
 

Everyone is entitled to all the rights and freedoms set forth in this Declaration, without distinction of any kind, such as race, colour, sex, language, religion, political or other opinion, national or social origin, property, birth or other status. Furthermore, no distinction shall be made on the basis of the political, jurisdictional or international status of the country or territory to which a person belongs, whether it be independent, trust, non-self-governing or under any other limitation of sovereignty.

Article 3.
 

Everyone has the right to life, liberty and security of person.

Article 4.
 

No one shall be held in slavery or servitude; slavery and the slave trade shall be prohibited in all their forms.

Article 5.
 

No one shall be subjected to torture or to cruel, inhuman or degrading treatment or punishment.

Article 6.
 

Everyone has the right to recognition everywhere as a person before the law.

Article 7.
 

All are equal before the law and are entitled without any discrimination to equal protection of the law. All are entitled to equal protection against any discrimination in violation of this Declaration and against any incitement to such discrimination.

Article 8.
 

Everyone has the right to an effective remedy by the competent national tribunals for acts violating the fundamental rights granted him by the constitution or by law.

Article 9.
 

No one shall be subjected to arbitrary arrest, detention or exile.

Article 10.
 

Everyone is entitled in full equality to a fair and public hearing by an independent and impartial tribunal, in the determination of his rights and obligations and of any criminal charge against him.

Article 11.
 

(1) Everyone charged with a penal offence has the right to be presumed innocent until proved guilty according to law in a public trial at which he has had all the guarantees necessary for his defence.
(2) No one shall be held guilty of any penal offence on account of any act or omission which did not constitute a penal offence, under national or international law, at the time when it was committed. Nor shall a heavier penalty be imposed than the one that was applicable at the time the penal offence was committed.

Article 12.
 

No one shall be subjected to arbitrary interference with his privacy, family, home or correspondence, nor to attacks upon his honour and reputation. Everyone has the right to the protection of the law against such interference or attacks.

Article 13.
 

(1) Everyone has the right to freedom of movement and residence within the borders of each state.
(2) Everyone has the right to leave any country, including his own, and to return to his country.

Article 14.
 

(1) Everyone has the right to seek and to enjoy in other countries asylum from persecution.
(2) This right may not be invoked in the case of prosecutions genuinely arising from non-political crimes or from acts contrary to the purposes and principles of the United Nations.

Article 15.
 

(1) Everyone has the right to a nationality.
(2) No one shall be arbitrarily deprived of his nationality nor denied the right to change his nationality.

Article 16.
 

(1) Men and women of full age, without any limitation due to race, nationality or religion, have the right to marry and to found a family. They are entitled to equal rights as to marriage, during marriage and at its dissolution.
(2) Marriage shall be entered into only with the free and full consent of the intending spouses.
(3) The family is the natural and fundamental group unit of society and is entitled to protection by society and the State.

Article 17.
 

(1) Everyone has the right to own property alone as well as in association with others.
(2) No one shall be arbitrarily deprived of his property.

Article 18.
 

Everyone has the right to freedom of thought, conscience and religion; this right includes freedom to change his religion or belief, and freedom, either alone or in community with others and in public or private, to manifest his religion or belief in teaching, practice, worship and observance.

Article 19.
 

Everyone has the right to freedom of opinion and expression; this right includes freedom to hold opinions without interference and to seek, receive and impart information and ideas through any media and regardless of frontiers.

Article 20.
 

(1) Everyone has the right to freedom of peaceful assembly and association.
(2) No one may be compelled to belong to an association.

Article 21.
 

(1) Everyone has the right to take part in the government of his country, directly or through freely chosen representatives.
(2) Everyone has the right of equal access to public service in his country.
(3) The will of the people shall be the basis of the authority of government; this will shall be expressed in periodic and genuine elections which shall be by universal and equal suffrage and shall be held by secret vote or by equivalent free voting procedures.

Article 22.
 

Everyone, as a member of society, has the right to social security and is entitled to realization, through national effort and international co-operation and in accordance with the organization and resources of each State, of the economic, social and cultural rights indispensable for his dignity and the free development of his personality.

Article 23.
 

(1) Everyone has the right to work, to free choice of employment, to just and favourable conditions of work and to protection against unemployment.
(2) Everyone, without any discrimination, has the right to equal pay for equal work.
(3) Everyone who works has the right to just and favourable remuneration ensuring for himself and his family an existence worthy of human dignity, and supplemented, if necessary, by other means of social protection.
(4) Everyone has the right to form and to join trade unions for the protection of his interests.

Article 24.
 

Everyone has the right to rest and leisure, including reasonable limitation of working hours and periodic holidays with pay.

Article 25.
 

(1) Everyone has the right to a standard of living adequate for the health and well-being of himself and of his family, including food, clothing, housing and medical care and necessary social services, and the right to security in the event of unemployment, sickness, disability, widowhood, old age or other lack of livelihood in circumstances beyond his control.
(2) Motherhood and childhood are entitled to special care and assistance. All children, whether born in or out of wedlock, shall enjoy the same social protection.

Article 26.
 

(1) Everyone has the right to education. Education shall be free, at least in the elementary and fundamental stages. Elementary education shall be compulsory. Technical and professional education shall be made generally available and higher education shall be equally accessible to all on the basis of merit.
(2) Education shall be directed to the full development of the human personality and to the strengthening of respect for human rights and fundamental freedoms. It shall promote understanding, tolerance and friendship among all nations, racial or religious groups, and shall further the activities of the United Nations for the maintenance of peace.
(3) Parents have a prior right to choose the kind of education that shall be given to their children.

Article 27.
 

(1) Everyone has the right freely to participate in the cultural life of the community, to enjoy the arts and to share in scientific advancement and its benefits.
(2) Everyone has the right to the protection of the moral and material interests resulting from any scientific, literary or artistic production of which he is the author.

Article 28.
 

Everyone is entitled to a social and international order in which the rights and freedoms set forth in this Declaration can be fully realized.

Article 29.
 

(1) Everyone has duties to the community in which alone the free and full development of his personality is possible.
(2) In the exercise of his rights and freedoms, everyone shall be subject only to such limitations as are determined by law solely for the purpose of securing due recognition and respect for the rights and freedoms of others and of meeting the just requirements of morality, public order and the general welfare in a democratic society.
(3) These rights and freedoms may in no case be exercised contrary to the purposes and principles of the United Nations.

Article 30.
 

Nothing in this Declaration may be interpreted as implying for any State, group or person any right to engage in any activity or to perform any act aimed at the destruction of any of the rights and freedoms set forth herein.

Eleanor Roosevelt was the chair for the committee that drafted the proposed declaration.

Declaración Universal de Derechos Humanos

Declaración Universal de Derechos Humanos

Adoptada y proclamada por la Asamblea General en su resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948 

Preámbulo 

Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana, 

Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias, 

Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión, 

Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones, 

Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres; y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad, 

Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y 

Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso, 
La Asamblea General 

Proclama la presente Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.

Artículo 1 

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. 

Artículo 2 

Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. 
Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía. 

Artículo 3 

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. 

Artículo 4 

Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas. 

Artículo 5 

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. 

Artículo 6 

Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. 

Artículo 7 

Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. 

Artículo 8 

Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley. 

Artículo 9 

Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado. 

Artículo 10 

Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal. 

Artículo 11 

  1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. 
  2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. 

Artículo 12 

Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques. 

Artículo 13 

  1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado. 
  2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso el propio, y a regresar a su país. 

Artículo 14 

  1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país. 
  2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas. 

Artículo 15 

  1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. 
  2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad. 

Artículo 16 

  1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia; y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio. 
  2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio. 
  3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. 

Artículo 17 

  1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. 
  2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad. 

Artículo 18 

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. 

Artículo 19 

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. 

Artículo 20 

  1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. 
  2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación. 

Artículo 21 

  1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos. 
  2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. 
  3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto. 

Artículo 22 

Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad. 

Artículo 23 

  1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
  2. Toda personal tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. 
  3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social. 
  4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses. 

Artículo 24 

Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas. 

Artículo 25 

  1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. 
  2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social. 

Artículo 26 

  1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
  2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz. 
  3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos. 

Artículo 27 

  1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten. 
  2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora. 

Artículo 28 

Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos. 

Artículo 29 

  1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. 
  2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática. 
  3. Estos derechos y libertades no podrán en ningún caso ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30 

Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

Friday, March 3, 2017

Meditation for Ash Wednesday

click below to watch the video: 


Sometimes when the spiritual and the secular clash, we can see the hand of God at work. In Pieter Brueghel’s The Fight Between Carnival and Lent, there is a clash of contrasts happening in this 16th-century Dutch village. So begins this meditation for the beginning of Lent on Ash Wednesday.  As a way to prepare our hearts and minds for the season of Lent, I recommend this video which brings a meditation from a piece of art.  The bustling painting has much to look at, as we contemplate our path this Lent. 

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Wednesday, March 1, 2017

Sopresa; El 666 no es 666! - Dr Juan Stam


¡Sorpresa!  ¡El 666 no es 666!


Sobre el 666 hay mucho que decir, y lo primero es que no existe como tal. Lo que la Biblia dice no es "6-6-6" sino "seiscientos sesenta y seis", lo que es muy diferente. No es un "triple seis", como sería "666" en la aritmética moderna. El texto bíblico no tiene ese efecto de repetición, una misma cifra tres veces seguidas.  El énfasis no cae en los tres dígitos lado a lado, sino en la suma expresada por las tres palabras originales. Cualquiera que sea la interpretación, el significado no puede estar en los tres dígitos que se juntan sino en la cifra como suma total.

La gente de los tiempos bíblicos no podría ni imaginarse un número como "666", porque no conocían el sistema decimal. El número tenía que ser "seiscientos sesenta y seis". 

Además, los antiguos no tenían números, por lo que tenían que emplear las letras del alfabeto para su aritmética, comenzando con "A" como "1", "B" como "2", etc. Por eso tenían que escribir como palabras los números, en este caso "seiscientos sesenta y seis", o si no, juntar tres letras distintas, una para 600, otra para sesenta y otra para seis. Esas tres letras distintas serían en griego "JXS": el "ji" para seiscientos, el "xi" para sesenta y un "digama" (una letra arcaica) para el seis. Si la marca de la bestia es un tatuaje, no podría haber sido "666" sino aquellas tres letras que nos parecen bien raras.

Ahora, si cada letra del alfabeto es un número distinto, entonces cada palabra o nombre tiene también un número, que sería la suma total de los valores numéricos de sus respectivas letras. El nombre "Aba" sería "4" (1+2+1) o "Abba" sería 6 (1+2+2+1). En una pared de Pompeya hay un grafiti bien romántico que reza, "Amo a una muchacha cuyo número es 545". Sin embargo, pasaba una cosa interesante con esas matemáticas. Si conozco tu nombre, sólo tengo que saber leer y sumar y ya tengo tu número. Pero si me dicen un número, sin saber yo a qué nombre se refiere ni cuántas letras tiene o en qué idioma está escrito, no tendría manera de proceder del número al nombre correspondiente. Por eso y otras razones, es casi seguro que los creyentes de Asia Menor ya sabían de antemano a qué persona se refería ese número. Su desafío no era el de descifrar el número para descubrir quién era, sino el de entender el significado del número y ser fieles a ese mensaje.

Del misterioso número de Apocalipsis 13:18, no sólo hay muchas interpretaciones, sino también muchas maneras distintas de interpretarlo. Una de esas maneras es de tomar un posible nombre y calcular su suma matemática.  Ese método ha producido una gran cantidad de candidatos, pero el más probable es "César Nerón", el primer perseguidor romano de la iglesia. Curiosamente, el cálculo resulta sólo si ese nombre, en su forma griega, es transliterado a las letras del alfabeto hebreo con sus correspondientes valores matemáticos. Otro argumento confirma esta posibilidad. Algunos manuscritos tienen una variante textual de "616", y resulta que ese número corresponde a la forma latina del mismo nombre, que no tiene la "n" final de "Nerón", bajando así la suma por 50 puntos.

Hay otro detalle que confirma este análisis. El texto dice que "el número de la bestia es número de (un) hombre" (13:18). Pues bien, la palabra griega para "bestia" (thêrion), convertida de la misma manera a letras del hebreo, también suma seiscientos sesenta y seis. Se sabe que existía un grafito contra Nerón, basados en el hecho que "Nerón" y "matricida" sumaban exactamente igual. Entonces, Apocalipsis 13:18 estaría diciendo, Nerón y bestia son una misma cosa.

Sin embargo, tenemos también otra posibilidad. Un escrito antiguo, llamado Oráculos Sibilinos, tiene un bello pasaje que analiza el nombre "Jesús" en griego y concluye que suma ochocientos ochenta y ocho, o sea, más que perfecto. Este es un texto cristiano, escrito poco después del Nuevo Testamento, y muestra claramente que los cristianos usaban esos mismos juegos matemáticos. Pero a la luz de este pasaje, el 666 de Apocalipsis 13:18 podría sugerir que la bestia pretende ser absoluto (777) pero que siempre queda en un triste 666. Cristo, en cambio, es perfecto y más que perfecto. En ese sentido, el Anticristo no es sólo un anti-Cristo sino un pseudo-Cristo, un remedo y una parodia (muy ridícula) del único y verdadero Salvador.

Por supuesto, es posible también que el número se refiere al Anticristo final, y su marca será una especie de tatuaje en la frente. Sin embargo, el versículo siguiente, 14:1 (los capítulos están mal divididos), contrasta la marca de la bestia con "el nombre del Cordero y de su padre escrito en la frente". El sello de Dios, de Cristo y del Espíritu es un tema muy frecuente en el Nuevo Testamento (Apoc 7:4-8; 2 Cor 1:22; Efes 1:13; 4:30), y sabemos que no es una marca visible ni física. Entonces, parece que la marca de la bestia tampoco será un tatuaje. Mucho menos estaba pensando Juan en computadoras y máquinas laser, cuando él no conocía ni la electricidad. Tampoco tiene que ver con nuestro calendario moderno (6 de junio), de lo que Juan no sabía nada. Inventar tales interpretaciones es especular y añadir a la Palabra de Dios (Apoc 22:18).

Hay otra cosa curiosa en este pasaje: el texto no dice que la bestia "marcará a todos", en tiempo futuro, como si fuera una predicción. Dice que a la bestia "se le permitió infundir aliento a la imagen" y que "hacía que a todos ... se les pusiese una marca" (13:15,16), en tiempo pasado, no futuro. Parece obvio que los tiempos pasados de las visiones de Juan se refieren al momento cuando Juan había visto esa visión. Es típico de las visiones del Apocalipsis que casi siempre vienen en tiempo pretérito, no futuro. Por supuesto, muchas de las visiones de Juan son claramente futuras (como la venida de Cristo, el Armagedón, el juicio final y la nueva creación), pero otras claramente pasadas o presentes (como el Hijo del hombre entre los candelabros, el trono en el cielo). 

Las visiones de Apocalipsis, por supuesto, pueden ser futuras, pero no lo son necesariamente, mucho menos cuando vienen escritas en tiempo pasado o presente. En el caso de la marca de la bestia, donde los verbos no son futuros, decidir si la marca es una realidad literal futura o no, es una decisión humana de interpretación del texto, no pertenece al sentido del texto mismo.

 Revisado febrero de 2017


reprinted by permission